Las vitaminas más sensibles son la vitamina C, la tiamina y los folatos; la niacina, la riboflavina, la cobalamina y la vitamina A son bastante estables.
- La cocción de los alimentos en un líquido supone una pérdida de diversos nutrientes hidrosolubles (como las vitaminas C y del grupo B) y minerales, como el potasio o el cobre, que pasan al agua de cocción.
- En el caso de las frituras, se produce una ganancia de grasas procedentes del aceite empleado.
- La congelación supone muy pocas pérdidas, salvo en el caso de la vitamina C, no presente en las setas (hasta 30%).
- La desecación reduce considerablemente el contenido también de vitamina C (hasta un 80%), A y folatos.
En la Tabla 1 se detallan las pérdidas de los distintos nutrientes de los alimentos sometidos a congelación (freeze), desecación (dry), cocción (cook), cocción y escurrido (cook+drain) y recalentado (reheat).
Tabla 1. Pérdidas típicas máximas de vitaminas y minerales y otros nutrientes de los alimentos por el cocinado
(comparadas con el alimento crudo).
Referencias adicionales