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COMPOSICIÓN QUÍMICA Y VALOR NUTRITIVO DE LAS SETAS

E n los últimos años se han multiplicado las investigaciones sobre la composición química y el valor nutritivo de las setas hallándose inter...

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viernes, 18 de noviembre de 2016

COMPOSICIÓN QUÍMICA Y VALOR NUTRITIVO DE LAS SETAS

En los últimos años se han multiplicado las investigaciones sobre la composición química y el valor nutritivo de las setas hallándose interesantes novedades. De dichas investigaciones se han hecho eco algunas asociaciones científicas como el "Institute of Food Technologists" (Instituto de Tecnólogos de los Alimentos de EEUU) y autoridades de diversos países, como el propio EEUU a través de su Ministerio de Agricultura (USDA), el "Mushroom Council" (también de EEUU) o la "International Society for Mushrooms Science", entre otros. Dichos organismos han comenzado una campaña de difusión de las propiedades nutricionales de las setas y están fomentando su inclusión en la dieta. 

Aunque la composición varía mucho entre las distintas especies, se considera que las setas contienen un 90% de agua y, del extracto seco (ES, aprox. 10%), los componentes mayoritarios son los hidratos de carbono (HC) (60-73 g/100 g ES), proteínas (20-25 g/100 g ES), grasas (2-3 g/100 g ES) y cenizas (5-12 g/100 g ES) (datos más frecuentes hallados en la revisión realizada por Kalac, 2016). El contenido en HC se calcula por diferencia (el resto del ES una vez analizados los otros componente señalados), e incluye fibra alimentaria y compuestos como los beta-glucanos con interesantes propiedades -ver artículo en este blog). Además, las setas tienen diversas vitaminas y otros compuestos minoritarios como carotenoides, compuestos fenólicos, tocoferoles, ergotioneina, ácidos grasos, etc., que contribuyen a las propiedades funcionales. 

En términos generales las setas se pueden considerar fuente de*:


Proteína (en comparación con alimentos vegetales), de moderada calidad.
- Fibra alimentaria.
Vitaminas: vitamina D, niacina (B3), riboflavina (B2), cobalamina (B12) y ácido pantoténico (B5); algunas especies, vitamina A y vitaminas E y C (éstas últimas, en escasas cantidades).
- Minerales: principalmente, potasio, fósforo, y selenio**, cobre y hierro, entre los elementos traza.

Por otra parte, las setas son alimentos bajos en grasa, en sodio y en calorías (valores inferiores a 40-50 kcal/100 g de peso fresco).


  Composición química de las setas (elaboración propia).
Autor de la acuarela, Hermann Jahn (http://www.pilzbriefe.de/index.html)


Como se comentó anteriormente, las diferencias en composición entre especies pueden ser elevadas. En la base de datos española online de composición de alimentos (BEDCA) se puede consultar la composición concreta tan solo del champiñón cultivado (Agaricus bisporus), del níscalo (Lactarius deliciosus) y de la trufa (no se indica si negra o blanca, ver tabla inferior, datos extraídos de Moreiras y col. 2018 del que se nutre BEDCA). Las diferencias fundamentales entre estas especies serían el contenido en proteína muy superior en la trufa y el de grasa un poco superior en el níscalo. Ambas propiedades se traducen en un mayor valor energético (especialmente en la trufa, seta con un contenido en agua muy bajo).

Composición química de las setas (en g/100 g porción comestible; Moreiras y col. 2018) 


En la base de datos de EEUU (USDA), se incluyen diversas especies de cultivo (varios champiñones - A. bisporus y A. brunnescens-, shiitake (Lentinunula edodes)Pleurotus ostreatusFlammulina velutipesGrifola frondosa, Morchella esculenta). Sin embargo, como se indica en el artículo sobre Especies de setas comestibles de este blog, podemos considerar cerca de 100 especies de setas de calidad buena a excelente. 

*El Reglamento 1169/2011 sobre información alimentaria facilitada al consumidor establece qué declaraciones nutricionales pueden aparecer en el etiquetado (también se puede consultar la web de la AECOSAN). Según esta normativa, las setas pueden llevar la declaración "Fuente de..." de los nutrientes indicados. Obviamente, es necesario comprobar las cantidades concretas para la especie de seta concreta que se quiera comercializar en cada caso. Más información en el artículo sobre Etiquetado.

Para más información sobre composición química, ver los artículos sobre Proteínas, Fibra y y Vitamina D de este blog.

Respecto a la composición en minerales, se ha publicado recientemente un interesante estudio  sobre la composición de 18 especies de setas silvestres recolectadas en nuestro país (sureste), y 3 setas de cultivo, hallándose niveles elevados de potasio, fósforo, cobre y hierro, aunque hubo grandes diferencias en los niveles hallados en las distintas especies (Haro y col., 2020). Morchella conica fue la especie con más fósforo, magnesio, calcio y hierro; Tricholoma equestre la que más cinc contenía. Según BEDCA, la trufa destacaría respecto al champiñón y al níscalo por su contenido en calcio, magnesio y sodio, siendo las tres fuente de potasio y de fósforo (>430 y >40 mg/100 g porción comestible, respectivamente). Por otra parte, Haro y col. (2020) han analizado 18 especies de setas silvestres recolectadas en Andalucía y han estimado la contribución que supone el consumo de estos hongos para cubrir las ingestas diarias recomendadas de minerales para mantener la salud y prevenir enfermedades. Según los autores, la ingesta de alguna de las variedades de setas silvestres que analizadas puede ayudar a equilibrar los niveles de minerales sin recurrir a otros alimentos o suplementos (más información sobre este interesante artículo aquí)

Además de la diversidad de especies, otros factores de variación de la composición están relacionados con el estado de madurez, la parte de la seta analizada o la composición del sustrato.


Pavel Kalac (Dpt. Applied Chemistry, U. of South Bohemia, República Checa) lleva años investigando sobre la composición química y valor nutritivo de las setas y ha publicado recientmente un libro muy completo sobre el tema (Kalac, 2016).

Ingesta recomendada de setas

En general no se recomienda un consumo elevado de setas silvestres

La porción recomendada es <100 g/día, siendo importante variar la especie consumida.

**Algunos minerales, como el selenio, son perjudiciales en exceso. En algunos estudios (Melgar Riol y col., 2009) se han detectado niveles elevados de selenio en algunas setas silvestres como los boletus, con aprox. 0,50-0,75 mg/100 g de seta fresca. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) recomienda un consumo diario inferior a 0,3 mg. En España, los niveles de selenio del suelo son bajos y, por ello, el contenido en los alimentos, aunque faltarían estudios al respecto para conocer su presencia en las setas.

Por otra parte, el exceso de cobre o de cinc en la dieta tampoco es recomendable. En este sentido, Haro y col. (2020), indican el posible riesgo asociado a un consumo excesivo de Agaricus campestris (champiñón silvestre más común) por su contenido en cobre. Según la EFSA, no debemos sobrepasar los 5 mg/día de este elemento, que es la cantidad hallada en 100 g de esta especie por estos autores. 

En este blog se irá ofreciendo información sobre los componentes más significativos de las setas y sus propiedades nutricionales y funcionales.
                                 

REFERENCIAS

Bases de Datos:
  • BEDCA, Base de Datos Española de Composición de Alimentos.
  • USDABase de Datos de Composición de Alimentos del Ministerio de Agricultura de Estados Unidos.
  • SelfNutritionData, web sobre Nutrición (EEUU, incluye índice glucémico, composición en aminoácidos y ácidos grasos de las especies más comercializadas).

Otras referencias:

Haro, A, Trescastro, A, Lara, L, Fernández-Fígares, I, Nieto R., Seiquer, I. 2020. Mineral elements content of wild growing edible mushrooms from the southeast of Spain. Journal of Food Composition and Analysis, 91, 1-7. https://doi.org/10.1016/j.jfca.2020.103504

International Society for Mushrooms Science, 2014. Mushrooms & Health Report 2014.

Kalac, P. 2009. Chemical composition and nutritional value of European species of wild growing mushrooms: A review. Food Chemistry 113, 9-16.

Kalac, P. 2016. Edible Mushrooms. Chemical Composition and Nutritional Value, 1ª Ed. Academic Press.

Melgar Riol, MJ, Julián Alonso Díaz, María Ángeles García Fernández. 2009. Acumulación de selenio en setas silvestres comestibles captación y toxicidad. CyTA: Journal of food, ISSN 1947-6337, ISSN-e 1947-6345, Vol. 7, Nº. 3, 2009, págs. 217-223.

Moreiras, O., Carbajal, A., Cabrera, L., Cuadrado, C. 2017. Tablas de composición de alimentos. Guía de prácticas. 18ª edición. Ed. Pirámide, Madrid.

*Nota: el editor no admite subíndices.




martes, 15 de noviembre de 2016

VITAMINA D EN LAS SETAS


  • Las setas pueden ser una fuente excelente de vitamina D
  • Al exponer las setas a la luz solar o luz artificial UVA, se genera vitamina D.
  • La Unión Europea aprobó la producción de champiñón (Agaricus bisporus) tratado con luz UVA como nuevo alimento y recientemente la harina de setas con vitamina D2.

    Los primeros estudios que confirmaron la presencia de vitamina D en cantidades significativas en setas fueron realizados en Finlandia (Mattilla y colaboradores) a mediados de los 90. Como es bien sabido, el hombre puede sintetizar vitamina D3 (colecalciferol) a partir de provitamina D3 (7-dehidroxicolesterol) en la piel, pero la ingesta de vitamina D en la dieta también es una fuente importante de esta vitamina. En los países nórdicos se suele suplementar con vitamina D a la población por la escasez de luz solar. Por otra parte, solo algunos alimentos de origen animal como el pescado azul o la yema de huevo tienen esta vitamina en cantidades significativas, de ahí la oferta actual de alimentos enriquecidos. El descubrimiento de estos científicos finlandeses es de gran interés en estos países y para los vegetarianos/veganos.


Formación de vitamina D (elaboración propia)

     En los estudios realizados hasta la fecha, se ha demostrado que la cantidad de vitamina D de las setas varía enormemente entre las que se han cultivado en la oscuridad y las que han estado en presencia de luz, demostrándose que la exposición a la luz solar o luz UVA artificial unos minutos permite multiplicar hasta 100 veces la cantidad de la vitamina D. Esto se debe a la presencia de provitamina D2 (ergosterol) en las paredes celulares de los hongos que se transformaría en vitamina D2 (ergocalciferol) por acción de la luz (el ergosterol no se halla en tejidos animales). Diversos estudios han demostrado, asimismo, la elevada biodisponibilidad de esta vitamina formada en las setas.

     Entre las especies silvestres destacan Cantharellus cibarius (en la foto inferior) o rebozuelo (aprox. 30 µg/100 g de peso fresco), C. tubaeformis  y Boletus edulis  o boleto, entre otros. Los niveles son superiores en los sombreros (que reciben más luz) que en en otras partes de la seta.


Cantharellus cibarius
By Andreas Kunze [CC BY-SA 2.5 (http://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.5)], 
via Wikimedia Commons



    En el caso de las setas cultivadas, en la base de datos de la USDA (Dpto. de Agricultura de Estados Unidos) destacan los champiñones expuestos a la luz UVA con niveles de aprox. 30 µg/100 g de producto fresco, siendo 100 veces superiores al mismo producto sin la exposición, por ejemplo en el caso del Agaricus brunnescenes (champiñón portobelo). Teniendo en cuenta la ingesta diaria recomendada (IDR) para la población española (2,5 µg/día), el consumo de 100 g de estas setas cubriría las necesidades de vitamina D de dos semanas. En Europa, la IDR es superior (5 µg/día, Reg. 1169/2011, anexo XIII) y, por ello, en el etiquetado de estas setas podría utilizarse la declaración "fuente de...", según el citado reglamento (ver entrada sobre Etiquetado de este blog).


Agaricus bisporus,
By Böhringer Friedrich [CC BY-SA 2.5 
(http://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.5)], 
via Wikimedia Commons

      Recientemente se están empleando pulsos de luz UVA (una vez que son laminados pasan por una cinta transportadora bajo pulsos de luz UVA unos segundos). Así se consiguen niveles de 10 µg (400 IU), el doble de la dosis diaria recomendada en los adultos en Europa. La Unión Europea aprobó en 2017 la producción de champiñón (Agaricus bisporus) tratados con luz UVA (contenido máximo 10 microgramos/100 g de peso fresco) y en 2020 la harina de setas con vitamina D2 (reglamento modificado en 2024 aumentando el rango de vitamina a 137-595 microgramos/g de harina), ambos como nuevos alimentos.


      En EEUU los productores de setas llevan produciendo setas con vitamina D desde 2009; también se está llevando a cabo esta práctica en otros países como Australia desde 2013 (www.vitamindmushrooms.com.au) o Canadá (www.mushrooms.ca/nutrition/vitamins.aspx). Algunas cadenas de supermercados comercializan en Europa champiñones ricos en vitamina D.





Envase de la marca Mark & Spencer (www.marksandspencer.com/)

Nota: el editor no permite el uso de subíndices.

Gracias a JM Rodríguez Calleja (ULE) por su asesoramiento en legislación alimentaria.

REFERENCIAS


DOEU, 2011. Reglamento 1169/2011 sobre sobre la información alimentaria facilitada al consumidor. Diario Oficial UE de 22.11.2011, L 304, 18-63.

Kalac, P. 2016. Edible Mushrooms. Chemical Composition and Nutritional Value, 1st Edition, Academic Press.


Keegan, R-J H., Lu, Z., Bogusz, JM., Williams, JE, Holick, MF. 2013. Photobiology of vitamin D in mushrooms and its bioavailability in humans. Dermato-Endocrinology 5 (1), 165-176.


Mattila, P., Lampi, A-M., Ronkainen, R, Toivo, J., Piironen, V. 2002. Sterol and vitamin D2 contents in some wild and cultivated mushrooms. Food Chemistry 76, 293-298.


Mattila P, Piironen VI, Uusi-Rauva EJ, Koivistoinen PE. 1994. Vitamin D contents in edible mushrooms. J Agric Food Chem, 42, 2449-53.


Mattila, P, Suonpää, K, Piironen, VI. 2000. Functional properties of edible mushrooms. Nutrition, 16, 7-8.


Outila, TA, Mattila, P, Piironen, VI. Lamberg-Allardt, JE. 1999. Bioavailability of vitamin D from edible mushrooms (Cantharellus tubaeformis) as measured with a human bioassay. American Journal of Clinical Nutrition, 69.


Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación: ingestas diarias recomendadas para la población española; último acceso, noviembre 2016.


USDA Food Composition Database (último acceso, noviembre 2016).